Los cancros en plantas pueden estar causados por diversos hongos y bacterias fitopatógenas. Entre los hongos más comunes implicados se encuentran *Nectria spp.*, *Cytospora spp.* y *Botryosphaeria spp.*, mientras que entre las bacterias destacan *Pseudomonas syringae* y *Erwinia amylovora*. Estos organismos se establecen en tejidos leñosos a través de heridas, podas o fisuras naturales. Una vez que penetran, comienzan a multiplicarse localmente, afectando células vivas y destruyendo tejidos mediante la liberación de toxinas o enzimas degradativas. Los hongos suelen formar estructuras de resistencia como esporas, que permanecen viables durante períodos prolongados en restos vegetales o en el suelo. Cuando las condiciones ambientales son favorables —temperaturas templadas y alta humedad—, estas estructuras germinan y producen micelio que se expande por los tejidos internos, provocando la necrosis. En el caso de las bacterias, se diseminan rápidamente por salpicaduras de agua o herramientas contaminadas, colonizando tejidos vasculares y provocando colapsos celulares. La infección se perpetúa con nuevos ciclos de dispersión desde cancros activos o latentes.