Enero es un mes frío, pero algunas plagas y enfermedades siguen activas y pueden afectar a tus plantas. Aunque la mayoría de insectos disminuyen su actividad en invierno, es común encontrar problemas causados por hongos, bacterias o plagas que se refugian en invernaderos, terrazas y cultivos protegidos.

Febrero sigue marcado por el frío, pero ciertas plagas y enfermedades pueden reaparecer si las condiciones son favorables. En ambientes cerrados o con alta humedad, los hongos siguen desarrollándose con facilidad, y algunas plagas invernantes comienzan lentamente su actividad, sobre todo en cultivos de interior, huertos protegidos o zonas con inviernos suaves.

Marzo marca el inicio de la actividad para muchas plagas tras el invierno. Con el aumento de las temperaturas y la humedad, insectos como pulgones, mosca blanca y ácaros comienzan a reaparecer, sobre todo en cultivos de primavera, semilleros y jardines. También pueden activarse enfermedades fúngicas si las lluvias son frecuentes.

Abril es un mes de crecimiento activo en muchas plantas, pero también de fuerte presencia de plagas. El clima templado y las lluvias frecuentes favorecen la aparición de hongos como el oídio o mildiu, y aumentan las poblaciones de insectos como trips, pulgones y orugas en huertos y jardines