
Cribado o perdigonado
QUÉ ES Y CÓMO COMBATIR
Micosis/Hongos
Albaricoque
Cribado o perdigonado
Wilsonomyces carpophilus
Patógeno:
Hongo
Tipo:
LEVE
Riesgo para la planta:


¿QUIÉN LO CAUSA?
Wilsonomyces carpophilus es un hongo patógeno que afecta a varios cultivos de frutas, incluidos los albaricoques. Se caracteriza por su capacidad para sobrevivir en condiciones desfavorables, ya que puede pasar el invierno en restos vegetales o en el suelo. Este patógeno produce esporas que se propagan fácilmente por el viento y el agua, infectando nuevas plantas. También puede sobrevivir en otras plantas hospedadoras, ampliando su alcance de infestación. Su ciclo de vida depende de factores ambientales, como la temperatura y la humedad, que afectan su propagación y virulencia
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SÍNTOMAS
La enfermedad que produce este hongo en el albaricoque se conoce como cribado o perdigonado. Los síntomas más evidentes son la aparición de manchas circulares de color marrón o púrpura en las hojas, que a menudo se secan y caen, dejando agujeros en las hojas. En las ramas y frutas, aparecen lesiones marrones o negras, que pueden afectar el desarrollo de los frutos y reducir la calidad de la cosecha. Estos síntomas pueden llevar a una reducción significativa de la producción de albaricoque.
• Las hojas muestran manchas marrones con un halo rojizo.
• Las manchas en las hojas pueden secarse y caerse, dejando agujeros.
• Las ramas presentan lesiones oscuras que pueden causar el debilitamiento de la planta.
• Los frutos desarrollan manchas marrones o negras que afectan su calidad y comercialización.



CONDICIONES DE DESARROLLO
Temperatura:
20ºC - 25ºC
Humedad:
85% - 95%

¿CÓMO SE CONTAGIA?
Viento, agua, residuos vegetales infectados.

¿CÓMO ELIMINARLO?
Tratamientos caseros
Aliados naturales
No hay aliados naturales
Tratamientos químicos
PRODUCTOS RECOMENDADOS PARA ELIMINAR LA PLAGA

PLANTAS REPELENTES
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RECOMENDACIONES
- Evita mojar las hojas al regar, hazlo directo al suelo.
- No pongas las plantas muy juntas, deja espacio para que circule el aire.
- Retira hojas o partes enfermas en cuanto las veas.
- Usa fungicidas naturales como el bicarbonato, cobre o cola de caballo.
- No reutilices tierra de plantas que estuvieron enfermas.
- Limpia bien las herramientas antes y después de usarlas.
- Si cultivas en interior, abre ventanas o usa ventiladores de vez en cuando.