Los hongos fitopatógenos que afectan a las plantas decorativas de jardín y/o interior comprenden un grupo diverso de organismos que prosperan en condiciones húmedas y templadas. Son organismos eucariotas, mayoritariamente pluricelulares, que obtienen sus nutrientes descomponiendo materia orgánica viva o muerta. Estos hongos se reproducen mediante esporas, estructuras microscópicas que pueden dispersarse por el aire, el agua o mediante el contacto con herramientas contaminadas. Una vez que una espora alcanza una superficie vegetal adecuada, germina y penetra en los tejidos a través de heridas, estomas o directamente mediante la producción de estructuras especializadas. Posteriormente, se desarrolla un micelio que se expande por los tejidos internos de la planta, interrumpiendo sus funciones fisiológicas. Esta fase vegetativa puede prolongarse en el tiempo, dependiendo de la disponibilidad de humedad, temperatura y tejido susceptible. Muchos de estos hongos pueden permanecer en estado latente en restos vegetales o en el suelo durante estaciones desfavorables, reactivándose al encontrarse nuevamente con condiciones óptimas.